22 may 2007

Nuestro diario deja vu



Si no fuera porque recordaba que había bajado la escalera, abierto la puerta del descanso y sentido el viento que desde la calle se colaba por la puerta de entrada, hubiera jurado que el diario que tenía entre manos era de otro día. Pero no. La Nación tenía fecha de hoy. Esta tapa ya la ví -me dije. Sí. Y podría haberme pasado con cualquier otro diario impreso. Porque los titulares que tenía en mi mente no eran los que daban cuenta de la intervención del gobierno sobre el Enargas, sino los de la quita de la concesión a Metropolitano, o sea al ferrocarril Roca y al Belgrano Sur.

Me alarmo. Esta mañana me ha resultado más fácil, ¡más cotidiano!, encender mi mac y leer las tapas on line de los periódicos que tengo en mi barra de favoritos, que bajar a buscar el querido La Nación.

Ya habían existido señales de alerta. Más de una vez me habían preguntado: -y el diario? . Ay! Había olvidado subirlo.
Sabía que secciones leería: la entrevista a los intelectuales (si había una). Las cartas de lectores. Alguna crónica o las notas a pequeños emprendedores. El pantallazo general de la campaña porteña. Las notas sobre conflictos internacionales, si había una con una mirada "personal". Es decir, escrita desde el lugar por un periodista directamente -no refritos de agencias-. Pero todas esas notas -aún para mí, que tengo la urgencia de la información pero no tanto- podían ser leídas en cualquier momento del día. O mañana. Pero cargaban con una certeza: iban a ser leídas sin la urgencia de la inmediatez pero con la virtud de la dedicación.

¿Cuánto tiempo más les llevará a los diarios impresos aumentar sus notas editoriales y los contenidos de crónicas con mirada personal? No les quedará otra. Como información neta, serán cada vez más innecesarios. Lo siento, pero es la realidad.

El diario de ayer, para el nuevo concepto de diarios impresos, no será obsoleto. La seguridad y valoración de la lectura será una virtud adicional para los matutinos que apuesten al cambio. El periodista que conjugue su oficio con el enriquecimiento de la información on line, será el periodista más atractivo para el nuevo tipo de diarios que sí o sí llegará.
Un lector fiel, será su premio.