Otra vez es lunes. No se estrese, tómeselo con calma. Si no puede, le doy un dato: Lo que en el año 2000 avaló la OMS (Organización Mundial de la Salud) al reconocer a la meditación como un método terapéutico que reduce el estrés y mejora la calidad emocional de vida, es ratificado actualmente por el creciente número de pacientes que, según publicó La Nación Y The New York Times, necesitan una sanación allí donde las palabras no llegan. Pero, en qué consiste la meditación? Básicamente, en escucharnos interiormente, observarnos, sin emitir opinión, al menos por 10 minutos. Le parece fácil? Pruebe. A que será toda una revelación.
Desde que fuera creada por Buda, la meditación fue en auxilio desde en casos de síndrome post Vietnam hasta como complemento en casos de adicciones. Y, más acá en el tiempo, en empresarios estresados que no se encuentran a sí mismos en medio de la vorágine empresarial.
Parafraseando a quienes dicen que la moda consiste en ir arrojando prendas en un barril y que, al llenarse, sólo resta darlo vuelta y todo vuelve a empezar, así tal vez sea ahora nuevamente el turno de la sanación a través de la meditación. Sólo resta hacerse a un lado y observar. Y sino, que lo diga mejor alguien que sabe -Miguel Angel Maciel Blanco-: " No somos la mente, no somos nuestros pensamientos, estamos identificados íntimamente con ellos, pero no lo somos.
Somos algo más sutil que las vibraciones que generan nuestros pensamientos, un Ser más profundo que espera su despertar".